miércoles, 23 de octubre de 2013

Violets - Homónimo


Primero quiero recordar que fueron Tilt. Luego apareció Dover. Más tarde Killer Barbies, Tsunami Bomb, The Distillers, Wallride, Deadline, Not On Tour y más recientemente Brutus Daughter y Accidente. Todas esas bandas tienen algo en común, ¿lo has adivinado?. Exacto, en todos esos grupos la voz cantante es una mujer. Todos esos grupos me han hecho posicionarme a favor de los grupos con voz femenina y me han hecho poder mostrarlos como serios argumentos de peso. El último en llegar a esa lista ha sido Violets. El joven trío de Barcelona me ha enganchado desde la primera canción que escuche de ellos uno par de meses atrás, y es que "Good Vibes", primera canción de este disco debut de los catalanes, transmite exactamente eso, unas buenas sensaciones y un aire a Bad Religion que enamoraría a cualquiera.

Y es que no hace falta nacer en U.S.A. para plasmar ese sonido que tanto nos gusta. Violets nos lo deja bastante claro en el tema titulado "Treehouse". No se trata de donde naces, si no de sentir lo que haces. No hay que tener una casa en un árbol, un "basement" y un "backyard" para poder hacer punk melódico.También se puede vivir en Barcelona y hacer discos como este que aquí presento. 

Después de la ya citada "Good Vibes", aparece "Hangover" medio tiempo que me recuerda bastante a Killer Barbies y que nos recalca que las noches en las que "salimos a tomar una y nos volvemos a casa", son siempre sin duda alguna las mejores, pero las que peor resaca dejan. 

Existen en el álbum dos canciones, "Stone" (mi favorita del disco) y "Halfway Hug", en las que cierro los ojos y me parece estar escuchando a los Distillers Catalanes. Alucinantes temas que muestran la capacidad de registro de la cantante y la calidad musical del grupo. Pero ojo! no caigas en el error de etiquetar al grupo fácilmente porque el disco tiene otros registros: en "Not Alright" encontramos unos riffs más duros con una intro y outro típicas de un hardcore sentido,en "8 o`clock" encontramos un ritmo punk old school que hará las delicias de los aficionados al Suffer(1988) y en "Bald" encontramos un ritmo divertido y una letra con un tono humorístico. Me encantaría escuchar ese tema en directo: pura diversión.

Para terminar, el disco cierra con "Deaf Ears", la canción más comprometida y crítica del disco, acompañada por una melodía que suena mucho más madura, un punteo sublime y unos coros colocados en el lugar exacto.

Aquí tenéis este Violets(2013). Disfrutadlo y si os gusta, contactar con el grupo por facebook o en Bigcartel y pillaros este gran disco de melódico made in Cataluña!

martes, 15 de octubre de 2013

Sugus + G.A.S. Drummers @ Sala Charada


Gran concierto y especial el que viví en la sala Charada el pasado 11 de Octubre. Era una noche especial para mi ya que, además de que estos dos señores grupos tocaban a escasos tres minutos de mi piso de Madrid, a partir de esa medianoche me convertía en un año más viejo. Viejo tal vez no sea la palabra apropiada porque "como mar viejo, veo el mundo día a día más claro". Después de muchos años no sé si preocuparme o alegrarme de que aún siga disfrutando como el  primer día con cada concierto al que voy. Muchos igual me tachan de "incorregible, irresponsable, impredecible, indomable" pero la verdad es que es en conciertos como los del viernes donde me siento a gusto y feliz. 

Y es que muchos de nosotros "pensamos desde la distancia que aún hay tiempo para nuestros sueños de adolescentes" y "no somos perfectos ni lo queremos ser, pero somos sinceros, nos da igual quedar bien". La sala presentaba un ambiente animado, con una media de edad superior a los 25 en el carnet y de 18 en espíritu. Todos teníamos claro que era un momento para olvidarse de la semana, del curro, de los estudios y de pasarlo bien. 

Sugus fueron los encargados de abrir la velada. Rápidos, divertidos y con actitud. Genial setlist donde repasaron temas de sus anteriores discos y de su último Ciclostes(2012). También tuvieron tiempos para hacer una grandiosa versión de "No Control" de Bad Religion. Eso sí, espero que predicaran con el ejemplo y "dieran todo en el concierto, no pudieran respirar, se quedaran sin aliento y se les olvidara follar". Era la primera vez que los veía y no me defraudaron para nada, haciendo que me lo pasara genial a pesar del horrible sonido de la sala Charada.


Los siguientes en salir a la "Red Carpet" fueron los "Andalosers" G.A.S. Drummers, icono representativo del melódico estatal en tiempos de Slide Chorus. Era la segunda vez que los veía presentando su último trabajo, We Got The Light(2012) tras verlos en Julio abriendo para Propagandhi. Con un sonido más serio que sus compañeros, este grupo no creo que sigan "Orgullosos de no ser nada" ya que han demostrado que "Tienen luz" para rato, y es que, "Querido lector", estos jerezanos creo que están "Redescubriendo la vida" y volviendo al camino melódico del cual un día se alejaron. Motivo de celebración! Por mi parte espero que el grupo decida seguir mucho tiempo más sacando nuevos trabajos, ofreciendo eléctricos directos y que esto no "Muera aquí".


En resumidas cuentas, gran noche la de viernes, noche en la que pudimos comprobar la salud del punk rock made in Spain (y la de sus asistentes). Con conciertos así, estoy seguro de que ambas partes seguirán disfrutando de manera recíproca hasta que el cuerpo aguante. Contaremos los días hasta la próxima cita!.

Disclaimer: En un intento de crónica diferente, he jugado con títulos y frases procedentes de canciones de ambos grupos durante todo el artículo. Estás referencias se encuentran entrecomilladas. No ha sido fácil, espero que el resultado haya sido el esperado. Nos vemos en la próxima entrada. Gracias por estar aquí! 

miércoles, 2 de octubre de 2013

Sick Of Bean Fest 2013 (crónica)


Complicada entrada la que me dispongo a escribir a continuación debido a la mezcla de sensaciones encontradas que viví el sábado en la plaza de toros de Alcalá de Henares. Es complicado intentar explicar lo que sucedió sobretodo en determinados momentos, pero como bien sabéis este blog se caracteriza por la honestidad y la transparencia con la que cuento mis vivencias en conciertos y festivales. Mi intención no es polemizar, ni mucho menos, solo voy a remitirme a contar lo que nos sucedió y como sucedió. 

Vamos a empezar con la cara de la moneda: la música y los conciertos. Muchas veces, cuando todo sale mal lo fácil es rendirse, tirar la toalla y no querer complicarse. Muchos conciertos habrían sido suspendidos ante la cantidad de contratiempos sufridos incluso minutos antes de cada actuación. Pero en el Sick Of Bean estábamos para escuchar y vivir punk rock y el punk rock es justamente eso, ganas e improvisación. 

Recuerdo que entramos a la plaza de toros en la tercera canción de No Children. El recinto me sorprendió y el ambiente pintaba muy bien, pero apenas elegimos un sitio para ver el concierto, comenzó a llover de manera intensa. Esto hizo que la actuación de los mallorquines, mítica y plagada de himnos del pasado, tomara aún tintes más épicos bajo una intensa lluvia. Realmente para enmarcar las ganas y la actitud del grupo. Una vez acabado este concierto surge el punto de inflexión que iba a convertir aquella tarde en una de las más old school de los últimos tiempos. El aguacero continua y, tal vez debido a una mala planificación de la organización, es imposible tocar en el escenario principal cuando aún faltan los platos fuertes de la jornada. Se baja el techado del escenario y los asistentes nos repartimos por la parte cubierta del ruedo.


Entre cervezas, copas y charlas, se anuncia que, ante la imposibilidad de tocar en el escenario, los conciertos se realizarán en una zona techada de la parte alta de la plaza de toros. La idea nos pilla de imprevisto, y tras ver el sitio escogido, incluso nos emociona. El nuevo lugar donde se tocaría, carecía de escenario y permitía a los asistentes (tan solo a unos cuantos) estar justo al lado de los grupos y la sensación de que íbamos a vivir punk rock en estado puro nos alegraba. Soy consciente de que ha habido quejas por esta decisión ya que, obviamente solo un pequeño porcentaje de asistentes podían disfrutar de los conciertos en ese reducido espacio. Muchos han dicho que pagaron no solo por escuchar, si no también por ver a los grupos, y entiendo esa postura.

Por lo que a nosotros respecta, estuvimos bastante cercanos a los grupos y con Bombshell Rocks vivimos unos de los conciertos más auténticos de los últimos años. Todo lo que rodeaba ese concierto olía a old school, y las sonrisas en la caras de los allí presentes eran la muestra. Conciertazo.

Después de esos minutos grandiosos, llegó el turno de Burning Heads. Mismo sitio, mismo ambiente, pero diferentes sensaciones. A mi se me hizo incluso largo, pero puede ser que fuera debido a las ganas que tenía de ver a Atlas Losing Grip. He de decir que me lo pasé en grande viendo a Rodrigo y los suyos,  y eso que el sonido de la voz estaba muy bajo y casi no se le escuchaba cantar. Poco importaba ya que los allí presentes cantamos todas y cada una de las canciones del grupo disfrutando como enanos.

Dicho todo esto, vamos a dar paso a la cruz del festival: La seguridad. Precisamente, fue en el concierto  de Atlas Losing Grip donde se desató un polémica que pagamos de manera injusta y que quiero analizar de la manera más objetiva posible. Justo al principio del mismo alguien salta las vallas de seguridad para cantar con el grupo dando como resultado una, bajo mi punto de vista, desmedida actuación por parte de los encargados de seguridad, quienes, de una manera rápida y violenta echaron de malas y excesivas maneras a esa persona. El concierto continua y parece ser que una parte del público se dedica a lanzar hielos y minis a los encargados de la seguridad. (digo parece ser ya que, yo estaba en primera fila, mido 1.95 y a mi nadie me mojó ni me golpeó con nada). Ajenos a estos incidentes nosotros disfrutamos del concierto como si nada, sin esperar la que se nos iba a venir encima...

Acaba el concierto y, como es mandado, dos de mis amigos se disponen a bajar al tendido a por unas cervezas. Pasan 5 minutos y me suena el móvil. Cara de incredulidad, sorpresa y subidón y borrachera que desaparecen de repente. A mis amigos les han "invitado" a abandonar el festival antes del concierto de No Fun At All

Según bajaban, uno de ellos fue interceptado por varios encargados de seguridad quienes haciendo uso de su capacidad intimidatoria le dijeron que se fuera a la calle. Mi amigo, totalmente sorprendido preguntó que a que se debía todo eso. La respuesta cada vez más agresiva fue que le habían visto tirar cosas a la seguridad y que lo tenían registrado por cámaras. Mi amigo dijo que si eso era así, que las revisaran ya que el no había hecho nada. Justo al acabar de decir esto fue agarrado por el cuello y sacado fuera del recinto. A mi otro amigo, un encargado con 3 cuerpos más que el se le acercó y le dijo "Ni te metas". Obviamente yo abandoné el recinto para irme con mis amigos los cuales tenían una mezcla de indignación e impotencia que me contagió al momento. Acababan de vivir una injusticia y pagar los posibles platos rotos, simplemente porque sí.

Esto fue lo que sucedió. Ni más ni menos. Nos marchamos de allí jodidos, impotentes y lo que es peor, en ningún momento lamentamos no ver a No Fun At All, porque la violencia había ganado a la música. La vuelta a Madrid fue triste y nos dejo el peor sabor de boca posible para una tarde que, a pesar de muchos contratiempos, estaba siendo histórica. 

No sé si la organización leerá esta lineas, pero me gustaría que condenaran la actuación de la empresa de seguridad que contrataron, así como que se preocuparan por aquellos agredidos (una agresión no se produce solo de forma física) que me consta son varios. No me valen justificaciones tipo "Los encargados de seguridad tuvieron que aguantar pogos, circles pits y a gente alocada" ya que si, en un concierto de punk rock algo tan natural y frecuente sirve para justificar la violencia, apaga y vámonos. Porque como dije al principio, el punk rock es ganas e improvisación. 

Para acabar, os dejo con un vídeo de la actuación de No Fun At All que, obviamente, no es mio, ya que a nosotros se nos privó de la suerte de poder verlos simplemente porque sí.