Jueves día 11 de Julio. 10:30 am. meridiano del Punk Rock Holiday 1.3. El sol entra con fuerza traspasando la tienda de campaña y golpeando en mi cara. Escucho mucho esloveno a mi alrededor y el agua de las duchas no para de sonar. Toca activarse. Ducha fresca y camino a Tolmin. Supermecado y coca-cola en un café. Nos cuesta arrancar y las gafas de sol son más que necesarias. Poco a poco nos vamos activando y llegamos al Beach Stage para comer y disfrutar del buen tiempo, buen tiempo que pronto se transformará en una de las mayores tormentas que he vivido. Sobre las 16:00 de la tarde el cielo amenaza lluvia pero nadie puede imaginarse la que se nos viene encima... en cuestión de segundos el agua empieza a caer de forma desesperada y nuestras tiendas se inundan. Tenemos que salir de ellas e irnos a la zona Chill Out de Red Bull, donde, en sus cómodos sofás y carpa confortable, nos vemos "obligados" a beber cerveza sin parar con unos italianos y una eslovena. Gente con guitarras canta canciones de Against Me! y el temporal se pasa más ameno. Genial.
Pero... no es oro todo lo que reluce. ¿Si el temporal sigue, habrá conciertos?, ¿Disfrutaremos entre otros de Millencolin?. La sombra de la duda asusta, pero tras una hora y media larga de lluvia, llega la calma. El temporal remite y toca prepararse para una jornada que,en lo que a mi respecta, será histórica. Y es que ese jueves no era un jueves normal para mi. Ese jueves era el día en el que iba a entrevistar a uno de los grupos que más me han marcado desde hace unos 15 años: Millencolin.
Un par de horas antes de su concierto, me presenté en el hotel-casino haciendo uso de mi pase de prensa y tanteé el terreno. Una vez localizada la Press-room de Millencolin, volví al escenario principal donde disfruté de Atlas Losing Grip, Swingin Utters y un poco de Suicidal Tendencies. Luego volví a la zona de prensa y presencié la llegada de Millencolin. Apuré una cerveza para calmar los nervios y me fui en su busca. Objetivo cumplido, sueño realizado y alegría inmensa. Pronto podréis ver el resultado de dicha entrevista en el Blog del Resurrection Fest.
Después de esto, y tras haberme mantenido sereno por causas justificables, volví al escenario principal para disfrutar del concierto de Millencolin y de la cerveza fresquita. Después visita (obligada) al Beach Stage para escuchar más música y a la tienda a dormir que aún quedan dos días de punk rock!!!
El viernes comenzó de la misma manera que el jueves, pero costó aún más si cabe arrancar. El cansancio iba haciendo mella pero es cierto que cada vez que escuchaba un acorde, mi cuerpo se activaba sin problema y disfrutaba al máximo. El viernes fue jornada de Beach Stage. Grandes conciertos los de Despite Everything y Astpai. Después mini siesta en la tienda. Birra, Jagger, más birra y fusión con los vecinos de tienda: un grupo formado por 4 eslovenas y 2 eslovenos y al que también se unió una italiana y un chico cuyo estado y lengua no podría descifrar. Esto es lo que me gusta de los festivales. Cada uno eramos de su padre y de su madre pero todos nos entendíamos. A ratos hablábamos inglés, otros español, italiano... todo bien regado con Jaggermeister, Gin tonics y cerveza.
Cuando comenzó a oscurecer (y se acabó la bebida) nos dirigimos al escenario principal para asistir a los conciertos de Your Demise, The Mezingers y H20. De los tres, el mejor fue sin duda H20 donde pude ayudar a Nina a cumplir uno de sus sueños: hacer Stage Diving por primer vez en su vida. Su cara de felicidad valió la pena sin duda! Después asistimos a un show de Bmx en el lateral del escenario principal y luego nos bajamos a la playa para deleitarnos con el acústico de Duncan Redmons. Un concierto de los más original plagado de canciones típicas eslovenas y de gente dándolo todo. La jornada del viernes dio para mucho y se alargó más de la cuenta, hasta las 5am más o menos.
Después de todo esto, solo quedaba descansar y tomar fuerzas para el último día de festival y para uno de los platos fuertes del mismo Propagandhi, pero eso os lo contaré en la última entrega de esta trilogía eslovena.